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Dolor de hombro: causas y síntomas

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Dolor de hombro: causas y síntomas

| 1 junio, 2017 | Sin categorizar
dolor de hombro

El hombro es  una articulación compleja, que nos proporciona gran movilidad a la extremidad superior para desarrollar nuestras funciones de la vida diaria, laborales, artísticas, deportivas y de relación con los demás. Por ello, cualquier alteración nos repercute de forma importante en nuestra vida.

El dolor de hombro a menudo ocasiona una limitación en las actividades a corto plazo y puede evolucionar a una condición crónica, siendo por ello una de las causas más frecuente de consultas en traumatología y fisioterapia.

El dolor de hombro como síntoma

La articulación del hombro está formada por 4 articulaciones (la glenohumeral, la acromioclavicular, la esternoclavicular y la tóracoescapular). La estabilidad y el movimiento de esta articulación depende principalmente de cuatro tendones que forman lo que se llama el manguito de los rotadores (supraespinoso, infraespinoso, subescapular y redondo menor). Además, existe un tendón de aspecto cordonoso que es la porción larga del bíceps.

El dolor de hombro se caracteriza por síntomas en las distintas articulaciones, músculos, tendones y bursa involucrados en el movimiento del hombro. La aparición del mismo es variable, puede producirse sin causa directa, o bien relacionarse con traumatismo, movimientos repetitivos o un evento neurológico; puede ser un problema local de la articulación o estar relacionado con un problema originado en otro lugar.

Causas más frecuentes del dolor de hombro

  1. Causas peri articulares (las más frecuentes):
    • Tendinitis del manguito de los rotadores: puede estar relacionada con sobrecarga del hombro (edad media, profesiones de sobrecarga, deportes que requieren movimiento repetitivo del brazo por encima de la cabeza como por ejemplo: el tenis, la natación y el levantamiento de pesas ), inestabilidad articular (jóvenes, hiperlaxos) o degeneración del manguito con la edad (edad avanzada).
    • Tendinitis calcificante: es un proceso de causa desconocida que da lugar a cambios degenerativos que ocurren como parte del envejecimiento biológico, en combinación con los movimientos, causan inflamación crónica con depósitos de calcio y/o hidroxiapatita en el tendón del supraespinoso en pacientes entre los treinta y cuarenta años, con mayor frecuencia en mujeres que en hombres. El dolor es de comienzo súbito, intenso, en la parte anterosuperior del hombro, impidiendo la conciliación del sueño si es severo, se alivia con la inmovilización del brazo.
    • Rotura del tendón del manguito de los rotadores: puede ser parcial o total, aumentando su incidencia y magnitud, con la edad. Puede ocurrir tras un trauma, generalmente en población joven. Sintomatología variable: desde asintomáticos hasta dolor y limitación de la movilidad, siendo característico el intenso dolor nocturno.
    • Bursitis subacromiodeltoidea: es secundaria a la degeneración, calcificación o traumatismo del manguito de los rotadores, especialmente del tendón del supraespinoso, a pinzamientos de la bursa o a procesos inflamatorios de la articulación gleno-humeral. El dolor es permanente (de día y de noche) aumentando con la movilización del hombro y con irradiación al tercio medio o superior del brazo. Limitados movimientos activos y pasivos.
  2. Causas articulares:
    • Artritis inflamatoria: artritis reumatoide
    • Artritis por desgaste: osteoartritis. Más común en personas mayores (edad superior a los 50 años . También hay otras enfermedades que pueden causar osteoartritis, como la Enfermedad de Paget, lesiones o uso excesivo del hombro debido a deportes o trabajo. Se afecta toda la articulación y provoca pérdida del cartílago, daño óseo, formación de osteofitos e inflamación de los tejidos blandos. El cartílago pierde la capacidad de absorber los impactos y de regenerarse.
      • Artritis acromioclavicular: Los síntomas más comunes son el dolor en la parte superior del hombro, dolor al cruzar el brazo por el frente del cuerpo, por ejemplo para tocar el otro hombro o al elevar los brazos sobre
        la cabeza.
    • Artrosis: es un proceso degenerativo del cartílago, aumentando la fricción entre las
      superficies articulares durante el movimiento.

      • Factores de riesgo: sexo femenino, edad avanzada, obesidad, diabetes, deformidades del hueso, traumas en la articulación, actividades deportivas de alto impacto y ocupación (trabajos que fuercen la articulación crónicamente)
      • El síntoma principal es el dolor, que empeora con el esfuerzo físico y se alivia con el descanso y, suele empeorar al final del día y tras largos períodos de inmovilización. La rigidez también es común, especialmente después que el paciente despierta, mejorando tras la primera media hora.
    • Hombro congelado (capsulitis retráctil o adhesiva)
      • Factores de riesgo: sexo femenino, edad avanzada, traumatismo, cirugía, diabetes, problemas cardiorrespiratorios y cerebrovasculares, enfermedad tiroidea y hemiplejia.
      • Los síntomas característicos son: dolor (sordo y continuo de predominio nocturno), rigidez (limitando mucho los movimientos del brazo como puede ser peinarse) y disminución de la movilidad del brazo tanto activa como pasiva.
    • Luxación/subluxación: la articulación “se sale” hacia adelante, hacia atrás o hacia abajo, completamente o parcialmente. Se puede producir consecuencia de una lesión deportiva (fútbol), traumatismo directo o una caída.
      • Factores de riesgo: sexo masculino y edad comprendida entre los 20 y 30 años.
      • Los síntomas característicos son: hombro visiblemente deformado o fuera de lugar, hinchazón, hematoma, dolor muy intenso, incapacidad para mover el brazo, debilidad u hormigueos tanto en brazo como en cuello.
  3. Causas extrínsecas: patologías que afectan a otros órganos y cuyo dolor se irradia al hombro (dolor referido). Generalmente en estos casos el dolor no se calma con la inmovilización.

Si el dolor de hombro es súbito, intenso, preferentemente en el hombro izquierdo y se acompaña de sensación opresiva en el pecho, debe ser tratado como una emergencia médica.

¿Cómo tratar el dolor de hombro?

Ante un dolor de hombro persistente o agudo que pueda causar limitaciones en la movilidad, no es conveniente esperar y se debe visitar a un especialista tan pronto como sea posible.

La evaluación debe realizarse por un traumatólogo, que decidirá qué pruebas diagnósticas son necesarias en función del historial del paciente, su edad, su estilo de vida y exploración física.

  1. Historial clínico:
    • ¿Existe una lesión conocida del hombro, por ejemplo, tras una caída o colisión?
    • ¿Desde cuándo persiste el dolor de hombro (hombro doloroso)?
    • ¿En qué momentos aparece el dolor? ¿De manera constante o solo al ejecutar determinados movimientos?
    • ¿De qué tipo de dolor se trata? ¿Es agudo, con sensación de ardor o sordo?
    • ¿Está limitada la movilidad?
    • ¿Se manifiesta el dolor también por las noches?
    • ¿Existes factores de riesgo para sufrir lesiones o desgaste en el hombro (por ejemplo, deportivos o laborales)
  2. Exploración física
  3. Pruebas de diagnóstico por imagen: 
    • Ecografía
    • Examen radiológico
    • Resonancia magnética nuclear (RMN)
    • Tomografía axial computarizada (TAC)

En general, el hombro doloroso requiere reposo, incluyendo cabestrillo, durante la fase aguda y una rehabilitación conducida por un fisioterapeuta posteriormente. El ejercicio precoz y doloroso acostumbra a ser perjudicial.

Los antiinflamatorios no esteroideos (vía oral y de uso tópico) y las infiltraciones locales son efectivos ya sea en la mejoría del dolor o la movilización y permiten iniciar una recuperación funcional precoz. Existen patologías del hombro que requieren tratamiento quirúrgico que, actualmente y en muchas ocasiones se realiza mediante artroscopia mínimamente invasiva. También pueden utilizarse terapias no invasivas más novedosas como las ondas de choque, que pueden ser eficaces tanto para la eliminación del dolor como para ayudar a la regeneración de tejidos dañados.

La fisioterapia y la reeducación postural pueden ser claves para minimizar las consecuencias de estas dolencias y permitir al paciente seguir con su ritmo de vida con las mínimas molestias posibles.

 

Imagen: Fotografía creada por Kjpargeter – Freepik.com

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